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EL NEGOCIO DE LA ACREDITACIÓN EN COLOMBIA

MIL CUATROCIENTOS OCHENTA Y SIETE MILLONES TRESCIENTOS CUARENTA Y SEIS MIL NOVECIENTOS TREINTA Y CINCO PESOS ($1.487.346.935) si, ese es el excedente contable que tiene el Organismo Nacional de Acreditación de Colombia – ONAC al final del ejercicio del año 2020. Excedente contable que, no es otra cosa, que la ganancia o utilidad que produce la acreditación en Colombia, que sólo, por expresa remisión legal, puede ejercer el ONAC en el territorio nacional.

¿Desde cuando el ejercicio de una función pública debe generar utilidades al organismo que las ejerce? Pregunta que no es de poca monta (sino de miles de millones) que más de uno se ha hecho, sobre todo cuando se ha venido ordenando el incremento de los días de las evaluaciones para los organismo acreditados, que sea por demás decirlo, genera no complacencias sino incógnitas, ya que se da lugar a pensar sí es que antes no se realizaban las evaluaciones en debida forma, y por esa razón se amplía ahora el número de días, o si por el contrario, hay necesidad de incrementar los llamados excedentes contables a costas de la acreditación.

Sin embargo, ya la pregunta ha sido contestada, la Corte Constitucional en 1995 se pronunció al respecto en la Sentencia C – 167 cuando hablando de las Cámaras de Comercio, situación muy similar al ONAC, dice:

“…para esta Corporación es racional entender que, si el registro mercantil implica la prestación de un servicio público, su financiamiento debe asegurarse mediante un ingreso percibido por la Cámara de Comercio en forma de tasa, cuyo destino no es el acrecimiento del patrimonio de la entidad, tal como lo entiende el libelista, sino para asegurar la adecuada prestación de este servicio público, vale decir para la recuperación del costo total o parcial del servicio, que es consustancial a la naturaleza de este ingreso público…

Que bien le vendría a todos los acreditados una rebaja en los valores de los servicios prestados por ONAC, sobre todo en esta época de reactivación económica, que ha resultado más difícil que la misma pandemia.

Alejandro Márquez Ceballos

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